miércoles, 9 de mayo de 2012

Nos miramos a los ojos durante un angustioso momento, sin saber qué decir. Entonces él avanzó. Al ver que se acercaba, el corazón se me aceleró, pero no a causa del miedo.
A pesar de que había deseado estar con él, no estaba en absoluto preparada para manejar el anhelo que ahora me embargaba.
Sin apartar sus imperiosos ojos castaños de mi rostro, él alargó la mano y tocó mi barbilla.
Entonces se inclinó y acarició mis labios con los suyos. No me resistí, y él puso la otra mano en la parte inferior de mi espalda, atrayéndome hacia él y apretando sus labios contra los míos con más ardor. Cerré los ojos y pasé los brazos por encima de sus hombros.
Mientras le devolvía el beso, mis dedos juguetearon con su grueso cabello oscuro.
Al cabo de un momento, apartó los labios de los míos y me rozó la frente con ellos.
-Empezaba a pensar que había imaginado el anterior -me susurró al oído.

viernes, 4 de mayo de 2012

Su promesa

Su expresión se volvió indescifrable. Exasperada, me di la vuelta para marcharme, pero él me cogió del brazo. Antes de que tuviera tiempo de reaccionar, me puso la otra mano en la cintura, me atrajo hacia él y sus vívidos ojos castaños capturaron mi mirada.
Con el corazón acelerado, sentí sus labios sobre los míos, con suavidad al principio y luego con mayor insistencia, y sucumbí a su abrazo. Sentí como si me derritiera entre sus brazos y le puse las manos en su espalda, abandonando todo sentido común.
Al cabo de unos momentos, nuestros labios se separaron y él apoyó su frente en la mía. Luego se apartó un poco, pero mantuvo las manos sobre mis caderas.
- Nunca te haré daño- prometió.

domingo, 2 de octubre de 2011

Dorian ha muerto.

Se supone que debía ser fácil, tienes frío.
FACTO DELAFÉ Y LAS FLORES AZULES

PRIMER ROUND
Vístete, te espera el último día de clase,
no te olvides de madurar mientras te terminas las galletas.
No merecemos esto...
¡Nuestro hijo se ha vuelto poeta!
Recemos para que en el infierno le pongan comida caliente.


Todos los viernes
la música detona en sus oídos
mira desafiando la gravedad a un par de piernas
y crece por minutos:
... el batido de chocolate
...la Pepsi y un paquete de patatas
...cacique con coca-cola camarero, gracias!
vuelve al mundo de madrugada en patines
con cuentos de noche en su pijama y calcetines negros sudados tan sudados
con sus ojos tripis-enloquéceme-ahora-no-soy-de-nadie
se anuncia su muerte en el matinal y en la propaganda del
lateral del autobús de la línea 7
DORIAN
es sudor frío en un domingo de resaca

SEGUNDO ROUND
No escribas versos en otras entrepiernas
sin referencia ni familia adinerada
Compórtate y no nos dejes en mal lugar
No hagas llorar a mamá las próximas navidades...


Un tres con cinco en... ven aquí conmigo, te voy a dar lo tuyo nene
Notable por El Señor de los Gemidos: Las Dos Torres
Insuficiente sub-mínimo el día que empezaron las prácticas en silencio
juntos dentro a-tono este codo es tuyo?
en uno de los rincones del salón
El morbo de ser pillados por papá Shh! No grites tanto...
Asignatura pendiente aquel fatídico lunes 3 de marzo
Necesitan controlar los impulsos que los separan
la piel vendida
el éxtasis de miradas lascivas-seropositivas
Lágrimas caleidoscópicas para DORIAN sobre su ombligo

NOTA MEDIA: Suspenso en su primera ecuación sexual.

GAME OVER

DORIAN murió hace tiempo ya...
Ha dejado su caja de rotuladores y se ha comprado una corbata.
Fin del juego.

Cristian Alcaraz Medina

jueves, 8 de septiembre de 2011

Tempus fuguit

¿Te suena la expresión latina "tempus fuguit"?
El tiempo marcha adelante sin detenerse, sin preocuparse por insignificantes humanos. Es decir, debes valorar y gozar el presente. Y a tí, te regalo estas palabras: Haz que cada momento merezca ser vivido.

jueves, 28 de julio de 2011

En el cielo están la oscuridad y la luz

Pero tú me hablas de creencias y supersticiones, de embrujos y hechizos, y yo me refiero a mucho más que eso. Incluso diría que lo que esa frase significa es que en el cielo está la ignorancia, que es la oscuridad, y la liz, que no es otra cosa que el conocimiento y la sabiduría.
Las supersticiones y los encantamientos de los que tú hablas son fruto de la ignorancia. Los dioses y los demonios no existen, son solo un invento de los hombres para explicar el mundo.

- El camino invisible

sábado, 25 de junio de 2011

3113

-¿Te comportas así con todas?
-Em... No.
Fue la pregunta más lógica de todo el día, después de todo, estábamos echados en el césped, apoyados un poco el uno en el otro, y con los rostros muy cerca. Demasiado.
Notaba tu corazón, acelerado, mucho. Pregunté si estabas nervioso, pero te limitaste a hacer un gesto y dejarme con la duda, pero no quise insistir.
Eran amigos. ¿Amigos? Los amigos no se ponen así.
¿Qué me pasaba? Un cúmulo de sentimientos y emociones no me dejaban estar tranquila. Eran tantas cosas que no daba a basto, excesivo para una niña pequeña como la que soy. Tenía ganas de llorar, de reír, estaba nerviosa, pero muy agusto al mismo tiempo. ¡Qué pesadilla! Quería estar normal, como antes, como siempre lo había estado. El agobio rellenaba cada rincón de mi cuerpo.
Sin darme cuenta casi, conseguí relajarme poco a poco. Por fin. Entonces te miré, y ví tus ojos color miel decaídos, como llevaba viéndolos ya unos días. Uf. Odiaba que estuvieras así por alguien. Lo odiaba, y tenía miedo. No, no quería que de nuevo estuvieras con otra persona. Bueno, quería que fueras feliz, éramos amigos... Pero a estas alturas, ya sé por qué, por otro lado, no quería que siguieras adelante con aquella desconocida persona que se había llevado parte de tí. No podía soportar la idea. O más bien, quería ser yo esa persona. Sí, era exactamente eso, pero esa posibilidad no estaba presente en mi cabeza en aquel momento. Hubiera sido demasiada suerte, muchísima.
-¿Qué te pasa?- era imposible no preocuparse por tí. No podía verte mal, sentía un nudo en la garganta, un nudo de impotencia. No podía hacer nada, tú no me dejabas.
-¿Qué me va a pasar? Lo mismo de siempre. -dijiste, y sonreíste débilmente, una sonrisa forzada que hacía que quisiera desaparecer, quizás, no querías estar conmigo en ese momento, preferías estar solo, tranquilo.
-Si me dijeras quien es, podría ayudarte.- dije con un tono infantil, intentando sacar una verdadera sonrisa a tus labios. Conseguido.
-No puedo.
Hubo un silencio. Un silencio incómodo pero agradable, supongo que por culpa de mis alocados sentimientos en el momento. Agobio. ¿Ya estoy de nuevo así? Entonces, volviste a separar tus labios para decir:
-Me da vergüenza si me miras- es verdad, no había dejado de mirar tus ojos ni un segundo, ni de acariciar tu pelo. ¡Qué tonta me sentí! La vergüenza recorrió mis mejillas, pero tenía que salvar la situación, no podía parecer la imbécil que realmente estaba siendo.
Intentando ser graciosa una vez más, murmuré para mis adentros un carismático "vale", y cerré los ojos, apretándolos mucho, con la intención de crear una mueca graciosa que te hiciera reír. En cualquier caso, no esperaba el nombre de la afortunada, tan sólo, escuchar tu risa.
Para mi sorpresa, esta vez no conseguí mis propósitos, sino algo mejor.
Sin yo ser consciente, acercaste tus labios a los míos, para regalarme aquel beso. Un beso lento pero ansiado, que llevaba deseando más tiempo de lo que realmente creía. Un beso que despertó en mí los adormilados sentimientos que habían aparcado en mi corazón. Un beso que me devolvió toda la esperanza que había sido pisoteada.
¿Cuánto tiempo pasaría? Hubiera querido que aquel instante nunca acabara, pero una lágrima cayendo por mi mejilla me obligó a parar. ¿Por qué lloro? ¡Si estoy más feliz que nunca!
Entonces, con tu siempre ingenioso carácter, soltaste las palabras que más necesitaba oír.
-Te quiero.
-Y yo.